Gracias a ti…

Al quererte, lastimé mis manos con las espinas de los tallos de tus rosas; sin embargo embriagado por tu exquisito aroma perseveré en mi entrega, deslumbre a muchos mas de una vez y lustre los suelos de aquellos otros que eran sordos o ciegos a mis entregas; después te vi vestida de luces con un bellisimo vestido y me dejé llevar a tus costas, deshice montañas con mis manos donde se formaron gruesos y profundos  callos, mi rostro también sufrió el castigo y se abrieron surcos profundos en el. He enfrentado los vientos suaves y cálidos, pero también los poderosos ciclones que muchas veces borraron la sonrisa de mi rostro. Todo lo hice porque me amaras.

Me bañe en suaves aguas, otras veces casi morí entre tormentas inesperadas con grandes olas que me arrastraron al fondo del mar, pero así como toqué el fondo, una fuerza extraña me alzó por encima dejándome en la playa de fina arena. Soporté mis angustias ante lo incierto y otras veces caminé seguro por el sendero de la paz tan esquiva por jornadas; alcance a ver las cimas y logre tocar alguna de ellas, luego descendí a los fértiles valles y me sacié de sus frutos, una vez hecho continué mi camino esperando reencontrarte con tu plena juventud, tu gracia única y tu bello rostro.

El destino me regalo algunos brotes, pero pronto los perdí por no saber mantenerlos junto a mi lado; me envolvió la tristeza con su frío manto de incapaces y por eso casi abandono el juego por perder mi esperanza; sin embargo volviste a ilusionarme por enésima vez y otra vez me embarqué en otra aventura hacia lo desconocido de este basto mundo.

Alcance costas lejanas y escribí en sus arenas blancas… “Aquí estoy de nuevo cansado pero listo para recomenzar desde cero”.

Con lágrimas de emoción plena mire alrededor y no reconocí nada de lo anterior, pensé que era por las lágrimas que no me permitían ver claramente; pero luego descubrí que no fue así, no fue por eso sino que todo era distinto realmente, no había recuerdos ni historial pues era tierra nueva y diferente, poco a poco me rehíce hasta llegar donde ahora moro.

Hoy escucho voces nuevas cada día, tanto es así que escucho muchos idiomas diferentes en poco andar, los rostros ya no me resultan extraños como al principio, he desarrollado un sentido que ni recordaba y ése es el sentido que me hace hoy decirte que te amo y que agradezco por toda estas enseñanzas y experiencias, por los caminos recorridos para llegar hasta aquí y por un presente consciente de ser lo que soy…

Soy un ser humano, agradecido a ti por darme esta oportunidad de existir

Gracias vida !!! JP.