El niño se despierta
El niño se despierta Atravesar el bosque lleno de espinos y de hierba húmeda, descubrir que existo porque siento y puedo ver además de percibir el entorno y algo más que no tiene otro nombre más que sensibilidad a lo invisible; presentimientos y vibraciones buenas y malas. Eso me ayuda tanto para disfrutar profundamente, como para salvarme de los peligros que yacen bajo la superficie. Nadie establece que está permitido y que no, más que el silencio de los astros donde mora el supremo… La clave de la felicidad