Al abandono
Al abandono
Es fácil abandonarse y dejarte llevar hacia el abismo, es prácticamente placentero.
Una extraña sensación
contradictoria de que sabes que no estás haciendo las cosas bien para ti y sin embargo,
piensas ¿Qué más da? Total todo está
perdido y no hay nadie que me ayude a salir de esta, de lograr las cosas que soñé
tantas veces y que nunca realicé.
Perdonar es duro y difícil, pero lo es más aún perdonarse uno mismo, porque no lograste lo que planeabas
o no salió como lo habías pensado.
Nos sorprendería ver que la mitad de las cosas que soñamos no se realizarán jamás, un cuarto más, se pierden en los
proyectos y una décima parte de ella
fracasa aún antes de intentarlo.
Así que solo nos quedan digamos un quince por ciento con algunas posibilidades de llegar a realizarse.
De las cuales la mayoría son rechazadas y solo una o dos es
aceptada luego de un gran esfuerzo por alcanzarlas.
Es decir que siempre que tengamos un sueño, una idea o
creemos un proyecto; habrá miles de problemas y de enfrentamientos, pero los
peores y más duros son los encuentros con nosotros mismos y no con los demás.
Nosotros somos los peores y más crudos jueces y estrictos
árbitros que no dejan pasar ni una sola; para que puedas emplearte a fondo y dejarte
llevar por la intuición que tanto fascina a los escritores.
Luego, con mucho o muchísimo
esfuerzo podrás lograr algo positivo,
aunque sea pequeño el triunfo a tus ideas; ya es un gran logro, porque lo
importante es, como decía un gran director de orquesta que vi en un vídeo hace
muy poco .Tal vez lo hayan visto u oído, no sé su nombre, pero lo que es
importante es lo que dijo en una audición.
“No se trata de riquezas, fama y poder “. “Se trata de
cuantos ojos haré brillar o brillaran a mi alrededor”
Y dijo también lo siguiente “Descubrí que mi tarea era despertar las posibilidades en otros “
Dicho en el cuál me siento partícipe; así uno más como tantos
otros que llevamos un flama, para que pueda verse en ti mismo reflejada;
como dije es más fácil caer que levantarse, pero lo importante
es que recuerdes que toda idea es una
pequeña llama de luz y depende de cada uno alimentarla o dejar que se apague
para siempre.
Promesa de una señora que se hizo luego
de sobrevivir en
Auschwitz (Campo
de exterminio de la segunda guerra mundial)
Siendo prisionera
de los alemanes. Al haber reprendido a
su hermano pequeño, por haber perdido los zapatos y que luego él, no sobrevivió.
Nunca diré nada más que lo que pueda quedar en una buena frase, para la persona que la
entrego antes de despedirme.
Ser infelices es nuestra carga, amar y ser amados es
nuestra responsabilidad y ser felices es
la única razón verdadera por la que estamos todos aquí.
15 Setiembre 2015 JP.
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