Ellos

Ellos

Casi estorbos del medio existente, perduran aun haciendo estragos los hombres de trajes y corbatas. Pernoctan en las nubes de la inocencia silente y perfecta, no son asumidos sus efectos nocivos, ni ven sus dejadas migajas esparcidas por los suelos.

Los hombres en común profesan la gloria de éxito como si se tratase de algo social y normal; que nadie más que ellos puede reservar un restaurante o tomarse un taxi a casa al salir borracho de una disco; por supuesto que esos son los mismos que elaboran intrincadas fórmulas mágicas para beneficiarse de los inocentes iletrados, lo menos lúcidos o menos preponderantes en la cadena de selección de gentes elegidas y superiores como ellos; los que nacen sin esfuerzos ni dolores de parto; supuestos vanguardistas de lo eterno; creyéndose aptos para sobrevivir a la extinción de los hombres y sobrellevar sus banderas hasta el infinito y más allá.

Ellos otros, los comunes hombres desprestigiados y modestos, aquellos que nacieron sin estandartes ni pompas, ni jabones perfumados donde sus madres les vistieron con ropas de príncipes siniestros; hoy deambulan por el mundo acaparando lo que pueden y más; sobre ellos nadie pasa, solo ellos sobre ellos nadie; porque ellos nacieron para ayudarte a conseguirte un fusil o un escaparate donde venderte y promulgar las leyes que camorrean para sus propios beneficios ,nunca para el prójimo, ni sus hijos ni sus vecinos solo ellos  los elegidos; los incapaces y los topos, los que llevan gorras de esparto y sin religión porque ellos las hacen a su imagen y semejanza.

Un mundo gobernado por ineptos insensibles, egocéntricos e incapaces, torpes a la hora de bailar porque no tienen oído más que para el metal al contar sus monedas cada noche.

Así también son incapaces de distinguir entre una dulce nota musical o una pitada en carnavales.

Miopes de la belleza natural, no sienten porque nadie puede llegar debajo de sus corazas; insomnes que despiertan asustados de sus propios fantasmas que los atormentan por las noches; no saben de colores bellos de los amaneceres, ni de los dibujos deformes que sus hijos garabatearon para entregarles su cariño en colores pasteles.

Niegan tranquilamente cualquier verdad desenmascarada con la misma frialdad con que se sirven un whisky de selección. Soberbios desplantes a todo ser inferior en escalera, solo atienden en sus despachos con sus grandes escritorios a quienes les traen regalos o promesas de ganancias científicamente desarrolladas.

Para ellos la paz es solo una palabra; la libertad la lideran siempre las mismas voces, ocultándose en las noches entre sabanas de seda inflando almohadones de plumas de aves del paraíso.

Para ellos, la vida es una oportunidad de acaparar y almacenar “Cosas” Por supuesto que sean las más caras, da igual si no tienen idea del arte y cuelgan un cuadro al revés porque no tienen ni idea de lo que significa, pero saben que tenerlo les da prestigio.

Ignorantes de espíritus pequeños y bajos instintos de todo lo que existe; perderán las horas despistando ataques enemigos y se postularán para gobiernos aunque sean inútiles en actos de apoyo o ayudas a la sociedad; permanecerán disponibles aunque sean empujados en sus sillas de ruedas, porque pueden pagarle a quién lo haga.

Muertos antes de nacer solo son sombras de aquello por lo que fueron creados, creo sin embargo que todo llegará a su estado normal, cuando todo se acalle y queden sordos los oídos de los sueños, donde nobles historias puedan salir a la luz y destapar sus cuevas llenas de miedo y estiércol. Posiblemente pensarán que yo lo odio…

Nada más lejos mis queridos, solo siento una gran pena, porque es gracias a vosotros.  ”Ellos” Que el mundo “No” es un lugar distinto; donde puedan descansar los sabios, donde mirarse a los ojos sea lo normal; donde jueguen los inocentes sin miedos ni tristezas, donde la luz de la evolución funcione y trascienda la verdad, del amor del simple y de la luz de las miradas oscurecida por las lágrimas que ellos provocaron. Pena por tanto tiempo perdido, para nada, donde nadie gana y todos pagamos, donde la vida es la utopía de lo que en realidad es; pena no hay más que eso. JP.

Martes 6 Febrero 2018