Cuando te veo no solo con mis ojos

Cuando te veo no solo con mis ojos

Cuando te veo no solo con mis ojos, cuando te percibo no solo con mis oídos, cuando escucho tu voz y siento íntimamente que no es la verdad  lo que dices, ni son tan amables tus verdaderos rostros y tu sonrisa expuesta; me duele como una daga punzante que se clava y remueve dentro mío; porque al seguir insistiendo con la mentira ofendes mi inteligencia y mi sentido común.

¿Piensas por un instante que engañas a alguien repitiéndolas una y otra vez?

Pues no, a nadie engañas, menos aún ni tú mismo te lo crees.

Entonces…

¿Por qué sigues agrediendo con tus falsas afirmaciones? No solo haces daño a todo el resto sino que tú mismo te lo haces, aunque disfrazados y con caretas te aplauden sabiendo que no es la verdad, los iguales a ti, arrastrándose en el fango porque lo importante son las apariencias.

Absurdo de realidades cotidianas que se repiten a lo largo y ancho del planeta; luego nos quejamos de la inmoralidad, de las injusticias, de las desigualdades, de los escándalos públicos de políticos o personas conocidas en los medios.

Siendo sinceros pregunto ¿Crees que este mundo que hemos creado, donde nada es lo que parece, donde todo poder  termina  inexorablemente en la corrupción del alma?

Si aún hoy lo importante es parecer y no ser, lo que importa es aparecer como triunfador exitoso, con un Armani de segunda mano o prestado pero vas y te presentas a una entrevista de trabajo y pones tu mejor sonrisa que ni tu ni nadie se cree. ¿Crees que ayudas al cambio? Todo se justifica porque hay que sobrevivir…

¿No era que esto que hacemos aquí es vivir y no sobrevivir?

Nadie nace con coronas de reyes en su cabeza, ni joyas, ni maquillajes perfectos, ni cuerpos esculpidos. Somos seres perfectos siendo lo que somos; no hay que tunearse para parecer mejor de lo que somos, porque si lo haces es que admites que crees eres menos que los demás y que no mereces lo mejor mostrándote como en realidad eres o como sientes en verdad.

No hace falta aparecer como valiente caballero, porque todos somos iguales, a veces actuamos valerosamente otras veces actuamos cobardemente, pero no pasa nada porque somos todo eso y más, mucho más de lo visible.  ¿Por qué empezamos a valorar lo que realmente importa cuando lo perdemos?

Ésta vida  no es un ensayo, aunque se improvise constantemente porque nadie tiene el mapa del camino, la vida es real, está ocurriendo ahora mismo; lo que acumules se quedará aquí y lo perderás para siempre, en vez lo que entregues desde lo auténtico, mientras seas leal a ti primero y luego con los demás, lo que dejes en la memoria de los que quedan vivos que con amor te recuerden agradecidos  es lo realmente importante; entonces te sentirás agradecido por tu existencia y dormirás por las noches como un bebé en los brazos de su madre.

Basta con ver alrededor lo que se logra con lo vano y fútil, con lo falso y lo egoísta, con  la codicia y la envidia, con la soberbia y el desprecio.

No hay excusas que valgan, que justifiquen seguir dañándonos por más razones que tengamos.

Para beber un vaso de agua transparente y saciar nuestra sed de paz y justicia, no se puede completar con agua envenenada. Inevitablemente  tendremos tarde o temprano que  rendirnos a la verdad. Tú la sabes y yo la sé; no te demores no pierdas el tiempo, también es nuestro tiempo. JP.

Jueves 5 Abril 2018