Lo que en verdad es

Lo que en verdad es

Comprendo que la mayoría no ha visto u oído de forma directa he interactiva al creador.

Puedo entender que nadie se preocupe en saber si existe o si es real.

Pero lo que no se entiende es ¿Porque sin embargo se cree en el infierno, en vampiros, zombis, hombres lobo, brujas con escobas volando, monstruos deformes y asesinos, muñecos malditos, etc. Y allí también entran en esa categoría los extraterrestres que siempre sí o sí vienen a conquistar la tierra o a destruirla o a comernos como si fuéramos una barbacoa andante.

¿Porque tendemos tan fácil al desastre o el horror y nos cuesta tantísimo creer que existe un creador bondadoso, generoso y amable con nosotros?

Deseo con todas mis fuerzas que realmente pudieran sentirlo al menos , no digo ya oírlo y mucho menos verlo, pero si al menos pusiéramos algo de toda esa energía que ponemos en lo oscuro y caótico; la usáramos para darnos el permiso de imaginar, de soñar o darnos el permiso de creer un poco solo un poco en él; veríamos hermosos resultados y comenzaríamos a ver la vida como lo que es, un hermoso regalo.

Entonces todo sería diferente para mejor, dejaríamos de matarnos entre nosotros, de ponernos trabas u obstáculos. Despertaríamos a una nueva realidad, sin guerras absurdas ni muertes innecesarias aunque ninguna guerra tiene sentido por más motivos que se busquen; sin tender al dolor o al sufrimiento inútil, dejaríamos de sentirnos víctimas y comenzaríamos a confiar en la vida, en nosotros mismos como seres completos; donde la diferencias de cualquier índole no tuvieran razón de ser.

Porque comprenderíamos lo valiosos que somos ahora mismo, lo que siempre desde el principio hemos sido pero que muy pocos hemos creído ser y por tanto merecer lo mejor en nuestras existencias.

Los poderes caerían si remedio porque no tendrían sustento para sostenerse, ni las amenazas ya nos amedrentarían, y los miedos desaparecerían como por arte de magia.

Ya no habrían más poderosos amos del trono del mundo, ni su dinero podría ya comprar o prostituir a nadie más.

Seríamos dueños de nuestros destinos y comenzaríamos a hacer las cosas que más nos gusten con toda tranquilidad sabiéndonos amados y valorados.

Lo que es más importante; comenzaríamos a amarnos a nosotros mismos y así de pronto descubriríamos el amor a todas las cosas, a todos los seres que nos rodean, a las plantas a los animales a las rocas, al cielo y al universo entero.

Todo camino empieza por dar el primer paso. Cree, cree en ti. JP.