La palabra como herramienta

La palabra como herramienta

Algunos utilizan armas, otros utilizan herramientas; sospecho que la utilidad de unas u otras difiere y mucho en los resultados...
Como vemos el uso de las armas que en un principio se crearon para defensa de las fieras y alimañas en un mundo primitivo y peligroso para el ser humano, era aceptable, comprensible y hasta necesaria, no solo para defensa propia, sino porque tenían que alimentarse de la mayoría de esas fieras.
En la actualidad ya no son necesarias para ese tipo de acciones, ya que hemos evolucionado y el hombre posee otros medios menos autónomos y la defensa es organizada y dirigida por las autoridades que a cada país compete, por lo que son prioridad las herramientas y no las armas.
Sin embargo todos estamos subordinados a las leyes que nos dictan ¿Cómo? Debemos actuar ante una amenaza. En este sentido las leyes que nos gobiernan como vemos no siempre resultan justas o equitativas, desembocando en grandes sublevaciones; con los consiguientes resultados nefastos.
Existen millones de personas que escribimos, todos tenemos un propósito y a veces o muchas veces el resultado de nuestras apreciaciones resultan en reacciones negativas para parte de la sociedad; es ahí donde la palabra se convierte en “Arma” y No en herramienta.
Si escribo es con un propósito principal y es el de ayudar, colaborar y animar a la sociedad a que experimente por si misma sus propios cambios para impulsar una sociedad mejor en todos los aspectos positivos; que la vida nos llene de alegría, que vivir cada día sea una nueva oportunidad y un desafío hacia nosotros mismos; no un combate contra nadie sino una claridad en nuestras mentes que nos ayude a conectar con nuestro interior y es allí donde podemos “Ver” La verdad de lo que experimentamos, sin necesidad de defendernos, sin miedos insensatos que nos lleva a la desesperación por no encontrar un verdadero motivo que nos de satisfacción de estar aquí ahora vivos en este maravilloso mundo que habitamos.
Escribo desde mi experiencia y la certeza que me da el comprobar en mi propia vida que lo que digo es porque creo en lo que digo; porque creo en Dios y porque le creo a Dios; como no me es posible que las personas perciban o experimenten lo que he vivido. Me limito a invitar a cada uno a experimentar el valor de su propia existencia por si mismos y lo valioso que cada uno somos para nosotros mismos y para el resto. Animándonos a construir puentes, deshechar los miedos y limitaciones que nos hemos creado para conformar un mundo comunitario, solidario y consciente.
Existimos en un solo término y es “Presente” el pasado ya no está y el futuro no existe. ¿Porqué esperar a que el resto cambie para mejor? Comienza a ver el mundo con un amor especial; empezar a querernos a nosotros mismos, para así poder querer tanto o más a los demás. A medida de que vayamos aceptando de que necesitamos de “Todos los que nos rodean” Para concretar las cosas “Más hermosas, jamás soñadas alguna vez. Y así se te harán realidad. JP.

Comentarios