La palabra

La palabra 

La palabra da significado a las cosas
La palabra da nombre al sentimiento
La palabra nos da entendimiento
La palabra nos encaja en un sitio, en una causa , en una acción y un resultado de ella.
La Palabra es el resultado de millones de años de evolución del hombre sobre esta tierra.
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La palabra tiene la capacidad de salvar vidas, pero también la de destruirlas.
La palabra nos distingue de los otros animales, nos abraza o nos repele, nos invoca o nos niegue, somos esclavos de la palabra , porque ella tiene un valor y un cometido y es el de transformarnos en dioses o convertirnos en forajidos.

La palabra fue creada para comunicarnos, para transmitir un mensaje , dejar las enseñanzas de nuestros ancestros a los hijos que llegan, para tener un ejemplo y tomarla como pilar de una civilización.
La palabra ,esa que soltamos tan ligeramente sin medir las consecuencias, ni importarnos cuanto daño hace cuando la lanzamos a propósito de herir o matar de dolor.

Así también el valor de la palabra depende de quien y como se dice.
Hay hombres que la utilizan como cebo para atraer las moscas y  luego destruirlas, otros las usan como excusas para llenar sus bolsillos, robar o estafar con las misma palabras que dice un santo, pero la única diferencia es que ellos las utilizan mintiendo, es allí cuando todo pierde sentido o significado, la mentira destruye no solo a quien la recibe, sino también a quien la diga a sabiendas.

Yo creo en la justicia, pero no en la que creen los hombres, sino en la que establece los registros, la que designa los destinos, la que flagela o condena pero también la que salva, ama o acaricia con ternura y misericordia.

La palabra vedada a los hombres que esta escrita en el libro del eterno; los que saben de su existencia cuidamos mucho las palabras que soltamos, aunque muchas  veces hemos errado soltando barbaridades por desquite o por venganza.

La palabra queridos seres humanos es el valor que te tienes a ti mismo, si tu palabra es engañosa o mientes al decirlas;  tu vida no vale ni el respiro de una bocanada. 
Que Dios me juzgue si erro sin querer, pero si la palabra que digo no tiene valor porque no es verdadera, entonces yo no valgo ni puede alguien más decirme cuanto vales, porque ya sin ella no soy nadie, no tengo palabra. 

¿Entonces, quien puede confiar en mi o en quien puedo confiar si yo mismo me he engañado al pensar que para conseguir algo he tenido que mentir; faltando a mi palabra?.

Hoy te traigo mis escritos, que los hago desde el corazón y te doy mi palabra.

Recuerda que hay alguien que todo lo ve y todo lo escucha;  que si miento deba yo regresar en otra vida y vivir una vida arrastrado pidiendo perdón a todos los que he mentido hasta pagar mi deuda.

Sé digno e íntegro, ten palabra y cumple con lo que dices, haciendo lo que has dicho.
Para alcanzar un mundo de amor no se puede edificar sobre mentiras, porque no tienes palabra. JP.




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