“Es tiempo que la vaca cambie de campo”

Antes que nada solo digo. Ésto es parte de la verdad que sigue enredada entre miles de estorbos y de basura cósmica; mis amigos no son de este lugar ni quiero más amigos que los que tengo, nosotros los enredados entre frases siniestras y de Coímbra extendiendo los muros donde se asoman los nombres de funesto sepulcro…

“Es tiempo que la vaca cambie de campo”

Aquí me encuentro solo, no pertenezco a los hombres, desisto de tenerlos como amigos, no sienten quererse, ni valen sus palabras vacías que minan la fe de los hermanos; mustias flores cubren algunas tumbas en los cementerios y otras ni siquiera eso, muchas llevan olvidadas entre los restos.


Pensar que fueron hombres que algún día valorizaban las gotas de sudor de sus esfuerzos; tenían esperanza, tenían fe y confianza y en base a su voluntad lograron derrotas increíbles, aboliendo la esclavitud ante el escaparate, subieron sus obras a los libros, destituyeron reyes y momias egipcias se derrumbaron imperios gracias a sus propias convicciones.


Nada ha sido fácil de conseguir en este mundo, no creas que todo lo que ves se hizo solo o con máquinas perfectas, solo fueron hombres con ideas y manos curtiéndose en la argamasa, lastimándose con las astillas o hiriéndose gravemente bajo las piedras que esculpían para levantarse los muros de defensa de ciudades antiguas. Muchos murieron sin verlas terminadas; obras majestuosas, recibidas por los dioses con beneplácito.


Las carreteras que recorres, los paisajes vistos desde grandes ventanas y cómodos sofás, es gracias a todos ellos.

Incontables triunfos, pero muchas más derrotas.


Sin embargo aquí estamos <tú y yo> Disfrutando de todas sus obras de tantas vidas entregadas, de tantos sueños rotos y de millones de soñadores entregados a cambiar las cosas, mejorarlas y entregarlas al servicio de la humanidad.


En todo estos quehaceres mucho se ha perdido, muchos bosques, animales, ríos, valles y montañas han caído o se han perdido para siempre, por ambiciones desmedidas, por ignorancia o codicia; los arbustos en los campos que hoy pisas quizás, tal vez contengan más de una lágrima de dolor y cansancio, secas de la espera y el desaire postrero.


No voy a perdonarlos , sé que no soy quién para juzgarlos, solo soy uno entre miles de millones de seres humanos que luchan a diario por despertar y despertar a los demás. Tomar conciencia de lo hecho y rectificarnos, desviar el camino que nos lleve a tomar contacto con la esencia de lo imperceptible, lo impalpable, real pero divino que nos ampara.


El creador de todo nos ha dado, nos ha dejado hacer, nos ha permitido utilizar todo cuanto hay en la tierra, pero la única condición real es que debíamos aprender a amarnos a nosotros mismos, para así amar y sostener nuestro planeta, cuidarlo, protegerlo y no esquilmarlo hasta matar sus cimientos.

Aprender a convivir sin egoístas ideas, ni mantener ocultas las respuestas y resultados que beneficien a todos por igual.


Así con la generosidad que Él tiene, debíamos descubrir que la única fuente donde beber su agua interminable era, es y será a través del amor. Eso no se vende en los negocios, no se puede comprar con dinero ni ningún valor material, eso que es tan grande y tan simple se convirtió en una quimera, en un imposible de obtener.

Al fin hemos llegado a los tiempos en que con solo una brizna de hierba se define. O estás a favor de salvarnos o en contra; pero recuerda y no es una amenaza, es una certeza… Si seguimos eligiendo ir en contra del amor, todo nos será arrebatado en poco más y no valdrán lamentaciones, ni ruegos, ni perdón porque demasiado hemos mamado ya y es tiempo que la vaca cambie de campo. JP.

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