El final del yugo del miedo

 El final del  yugo del miedo

La base de la evolución para una humanidad ascendente es la verdad, la empatía entre sus congéneres y la igualdad entre sus habitantes entre otros matices.

Escribo a aquellos que estén dispuestos a enfrentar esta dura tarea, que pudiera ser sencilla pero evidentemente  nos está costando demasiado tiempo en reunir las fuerzas necesarias para llevar esto a buen puerto.

No se trata de santurrones o mesiánicos profetas con agoreros anuncios. Ya hemos vivido demasiado tiempo bajo el yugo del miedo.

Foto de Ben Mack en Pexels


Nadie en este mundo tiene la razón definitiva, porque entre tantos matices existenciales prevalece siempre la verdad absoluta y la única razón de vivir. Esa no es solo una tarea universal sino una tarea individual y seria, donde nos alimentamos de la fe, es la única llave para abrir las mentes y dar paso a la sabiduría verdadera,  mientras tanto si seguimos engañándonos a nosotros mismos con discursos conformistas o parciales, no lograremos entrar en esa nueva realidad y ese estado de consciencia tan necesario.

Las palabras son solo palabras si no se esmeran en convertirlas en acciones; los hechos nos demuestran que para cambiar algo primero debemos cambiar nosotros mismos desde dentro, siendo sinceros y viéndonos tal cuál hemos sido y  por tanto eso es el resultado de lo que somos en el presente .

No puedo ni debo convencerles de nada, simplemente hago un llamado a la reflexión individual de cada ser y que así cada uno descubra por si mismo que en verdad esta vida y este mundo es perfecto.

El único escollo es nuestra propia consciencia y allí radica la llave que abrirá  la puerta donde radica la luz que no solo alumbra al mundo y el universo sino qué lo más importante será que tú y tu vida se transformará definitivamente y cambiarás la forma de actuar e interactuar con nuestros hermanos terrestres.

Las cifras de mortalidad por hambre, por enfermedades, por accidentes, por guerras, por suicidios o por excesos  cualquiera sean,  caerán en picada hasta que un día llegará a desaparecer. Pero para que eso pase, para que esto ocurra y podamos gozar de ello debemos empezar por nosotros mismos.

Cree y lo verás, y luego lo veremos todos, y más tarde cuando ese día llegue, se convertirá en el día universal de la vida. Entonces... Recién entonces la paz abrazará nuestras almas heridas y todo se curará de inmediato. La lucha por la vida se convertirá en el amor por toda vida comenzando por la tuya propia. Sé verdad y la verdad nos hará libres. JP.

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