Amor por el mundo
Amor por el mundo
Las bases están sentadas, pero...
Uno más uno no son siempre dos ni los días son iguales, el aire que ahora respiras no es el mismo de ayer ni siquiera el de un minuto atrás.
Los bosques reclaman atención inmediata, pero solo nos acordamos de ellos cuando necesitamos de sus bondades, los mares igualmente utilizados y explotados sin casi reparos, los glaciares lo mismo, las reservas de agua disminuyen cada día, pero, sin embargo, ni pensamos en ello cuando regamos los jardines de las casas y los campos de golf o lavamos el coche.
Los hilos de las comunidades manejados como si todos fuéramos seres hechos en serie y que cada uno no fuese único y diferente a otro.
Asistimos impávidos a la destrucción sistemática de los recursos naturales como si no hubiese un mañana.
Pero luego nos aterramos cuando vemos un deslizamiento de tierras, cuando las lluvias producen desbordamientos y arrasan con todo a su paso sin nada que lo detenga, o los incendios provocados que destruyen no solo los recursos, sino que además dejan un panorama desolador donde muere la esperanza.
Ni siquiera así podemos ser capaces de detenernos a pensar y contemplar donde estamos parados, ni lo que un futuro inmediato nos aguarda.
No basta con protestar si no cambiamos la consciencia y cada uno toma las riendas y se lo piensa dos veces antes de perjudicar la tierra y todo lo que ella contiene, además de nuestros egos, existen muchas más cosas, muchos creen ser los primeros en ensuciar con su basura o que cinco minutos más en la ducha no hace mal a nadie, o pasear mi hermosa mascota vestida de calle para soltarla libremente mientras miro mi móvil ignorando lo que hace para luego continuar como si nada.
Todo esto y mil motivos más deslucen y destruyen el hogar donde vivimos, soñamos y planeamos. No hay de momento donde ir ni planeta de repuesto, menos aún con estas características perfectas para vivir un ser humano.
Entonces, ¿Cuándo apretaremos el freno a la indiferencia? ¿Cuándo nos haremos responsables de que además de nuestro rostro o nuestras curvas o nuestros músculos trabajados, también tenemos espaldas y lo que dejamos atrás, hay que pensar que otro puede necesitar de lo que nosotros derrochamos o despreciamos?
Cuidémonos, tratémonos con amor y cuidando de no hacer daño ni moral, ni psicológico, ni físico, pero lo más importante tú...
Trátate con cariño pero con la responsabilidad de cuidar también, de no perjudicar a nadie más.
¿Si quieres hacer algo bueno por alguien? Bien, pero ¿Si no lo quieres hacer? Al menos no pongas más obstáculos o palos en las ruedas.
Que hay de sobra de todo para todos y más, solo falta menos egoísmo y más amor a la vida. JP.
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