Ahora es tiempo

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Ahora es tiempo

El reloj marca las horas de un tiempo que en realidad no existe...
El reloj marca las horas de un tiempo que en realidad no existe; mientras que las bolsas especulan con valores inventados. Los países se endeudan con un dinero prestado que tampoco existe; sin embargo esto tiene efectos fatales y postraumáticos tanto en las personas que pretenden manejarnos como en los pueblos sometidos a pagar una deuda impagable que tampoco existe en realidad.

Todo es una gran mentira, todo es un invento cruel en el que todo el planeta está inmerso y que ya a éstas alturas nadie sabe como pararlo. Sin embargo cada comienzo nuevo de semana continúa el mismo juego; así pareciera que todo tiene un desenlace fatal en el que perderemos todos sin excepción.
Los verdaderos problemas de la población mundial no se arreglan, no porque no haya soluciones definitivas a ellos, sino porque no se quiere arreglar para que esto continúe indefinidamente. Pero la naturaleza manda mensajes continuos y aún así no nos detenemos, parece que estamos condenados a la autodestrucción.
No hace falta mencionar los dramas que todo esto provoca en el núcleo familiar, sociedades empobrecidas y endeudadas, los inocentes caen a cada instante víctimas de un desorden mundial irrefrenable, desleal y egoísta, donde solo importan los números; números que en realidad no existen mientras desechamos lo único valioso de este mundo y que se supone que es el único motivo de tantas luchas, tanto incesante movimiento. La humanidad.
Solo queda una salida… Pararse unos instantes y observar nuestro alrededor, dejar de lado para siempre esta loca carrera donde al final de la línea solo hay un precipicio oscuro y sin fondo. Comenzar a amarnos nosotros mismos y una vez rescatados, una vez que entendamos que lo único que en verdad importa son las personas; la gente, las manos a los lados, los ojos muy abiertos, el alma desgarrada que pide a gritos…Despierta!! Despierta y mírate… Luego mírame…¿Que ves? Soy como tú y tú eres como yo; esperando encontrar en el fondo de tu mirada la única causa real de nuestra existencia.
Sin ti yo no soy nada y tú la nada enfrentas. JP.

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