La armadura indestructible

La armadura indestructible


Las batallas que libramos a diario nos mantienen ocupados, por este motivo no podemos cubrir tantos frentes diferentes de ataque e inevitablemente se nos cuela algún que otro proyectil que nos hiere para acelerar nuestra muerte que poco a poco con el correr del tiempo se acerca cada vez más.              ...



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La armadura indestructible



Así nuestra alma adolorida y herida de muerte por tantos enfrentamientos comienza a apagar su luz y al final nos dejamos caer pidiendo una eutanasia a nuestro dolor vivo.

Mientras vivimos empezamos a planificar nuestra historia, yendo y viniendo por los estratos sociales intentando mantener nuestras cabezas fuera del agua. ¿Para qué?... Supervivencia.

Una vez ocurrió en mi vida un echo desencadenante que me marcó para siempre y desde allí se formó en mí una armadura potente que supo desviar las flechas y los ataques no produjeron el resultado esperado. 

Porque aún estoy vivo y porque aún sigo resistiendo contra tantas batallas cotidianas gracias a ella porque es indestructible, aunque debo reconocer que no soy el único ya que hay muchos que de una u otra manera también la llevan puesta, algunos son conscientes de ella y otros no; otros tantos se han olvidado de que la tienen y es por ese motivo que a pesar de poder utilizarla aún en los momentos más oscuros las dejan oxidar en el desván de sus corazones .

Las estructuras que formaron nuestra sociedad de la que también soy un actor de reparto nos han hecho creer que no se puede transformar una sociedad enferma en un lugar perfecto para vivir y disfrutar de la vida; que no tiene caso intentarlo que es una lucha inútil y estéril.

Tanto nos han herido y tantas veces no han hecho caer de rodillas que confieso que alguna vez yo mismo he querido partir  de esta existencia sin dejar rastros. Pero gracias a ella, la armadura que llevo puesta me recuerda que es real y que sigue siendo tan útil como el primer día. 

Ella me salva, me protege y consuela, sabiendo que nadie es capaz de despojarse de ella a menos que la tristeza del alma haga que te la quites o la dejes caer abandonando toda resistencia o que sea borrada de tu memoria y la dejes arrumbada en el desván de tu alma.

Para mí que soy un actor más en esta obra de la vida, lo más importante es saber sobrellevar las batallas sin rendirme, porque aunque a veces he ganado y muchas otras he perdido sigo con ella y esa armadura tiene un nombre... 

El amor que me ha formado y el saber que no me dejará nunca, ni a mí ni a ti incluido porque todos la llevamos, si recurres a ella, la utilizas y confías plenamente te llevará hasta la puerta final sin desprenderla; luego del paso al más allá,  te llevará para resurgir en otro plano u otra forma de vida pero siempre incorruptible, brillante e indestructible.  JP.























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