Libertad y justicia


                           Libertad y justicia


Sostenido por el único y fino hilo del amor verdadero descubierto, me dispongo como única tarea por ahora accesible a compartir mis vivencias.
No soy ejemplo de persona libre de pecados ni pretendo mostrarme como tal; todos tenemos de una u otra manera actos de qué arrepentirnos, pero el pasado quedó ahí grabado para recordarnos los errores y no volver a cometerlos nunca más.


A pesar de la consciencia que muchas veces nos machaca y nos oprime, sabemos que todos somos humanos y los errores nos han servido para evolucionar y superarlos.

Aun así, no nos hemos deshecho de muchas mañas y costumbres que no solo nos perjudican física y emocionalmente, sino que perjudica también a los demás; retrasando nuestro crecimiento hacia una humanidad más limpia, clara y verdadera.

Hoy estamos atravesando un desierto hostil que nos desacredita como seres espirituales en plan de cambio profundo y decisivo.
Para aspirar a la libertad que es innata, y el amor, que es el fruto primordial de nuestra existencia como raza consciente y divina.

Creemos que para ser mejores debemos ser más inteligentes, más fuertes, más guapos, más ricos y astutos para obtener el éxito que nos han incrustado desde todos los flancos, desde nuestros abuelos y luego los padres y más tarde nuestros amigos o compañeros de viaje temporal.

Todos han conspirado de distintas maneras a crear una sociedad hipócrita, falta de verdades y lo auténtico ha sido transformado en "Parecer y no ser."
La mayoría acepta como natural la competencia, sea honesta o deshonesta, lo importante es lograr los objetivos que nos pongamos.

Mentir es normal si nos sirve como herramienta para conseguir nuestro beneficio, sea personal, económico o social, sabiendo interiormente que no ha sido legal o leales a nosotros mismos.

Lo fundamental es que la gente compre las mentiras mejor elaboradas, que aunque las personas sientan o perciban que no es verdad, aceptan el juego y todo sigue adelante como si nada pasara. 

Me recuerda a los perros que luego de hacer sus necesidades empujan con sus patas traseras intentando tapar lo que han dejado en el suelo (...) Sin mirar atrás seguimos adelante como si eso fuera lo normal.

Aunque no lo es ni nunca lo será, el camino que atravesamos fue entregado para el crecimiento espiritual, a través de las experiencias cotidianas aprendimos muchas cosas, pero de lo que no me cabe dudas es de que somos conscientes de la mentira, pero no hacemos nada por cambiarla y ser reales sin engaños.

Siempre encontramos culpables y tenemos miles de excusas para no cambiar, para no dejar de ser algo que en verdad no somos.

La vida es un juego letal e insensato, como si luego más adelante nos pondremos serios a vivir como Dios manda, como si tuviéramos dos vidas en vez de una; mientras ocultamos, acumulamos o seguimos engañando, jurando ser seres elevados y sinceros, amorosos y que el otro tiene la culpa porque yo... Voy cada domingo a misa, yo siempre les digo a mis hijos, no se dejen engañar, pero los hijos nos ven mentir y estafar a otros.

La lista de artilugios y planes ocultos es interminable; todos somos hacedores y todos tenemos la oportunidad ahora mismo, en nuestras propias manos y a cada nuevo instante de ser reales y verdaderos.

Falta decidirse a "Ser" Y no parecer, porque si queremos ser amados y respetados debemos comenzar por casa y por uno mismo. Nadie más tiene el poder que tú mismo en terminar con esta parodia de raza inteligente.
¿Crees que ser inteligente significa poder tener la capacidad de engañar o robar o estafar y salirnos con la nuestra? ¿Tener la capacidad de enriquecernos económicamente por cualquier medio?

Aunque eso signifique aplastar a otros a costa del esfuerzo y sacrificio ajeno. Eso no es inteligente.

Las pruebas las tenemos donde mires, pensar que esto durará para siempre es un gran error, si deseamos salvar al mundo de la destrucción humana, es nuestro deber y responsabilidad de nadie más.

Como ya he escrito anteriormente, aunque el mismo Jesús volviese y se pusiera al frente del mundo para gobernarnos, solo conseguiríamos exterminarlo nuevamente si no cambiamos radicalmente el curso de nuestros pensamientos y actos egoístas.

Eso sí, seguramente conseguiría millones de seguidores en todas la redes sociales. Pero de puertas adentro todos seguiríamos esperando su palabra, como un polluelo esperando su alimento puesto en la boca.

Cuando Jesús dijo que nosotros seríamos capaces de hacer los milagros iguales o mayores de los que él hizo, no mentía, siempre lo hemos tenido; pero nunca nos lo hemos creído.

El primer despertar es la toma de consciencia y saber que somos mucho más de lo que nos suponemos, pero no para agrandar nuestro ego, es para saber que la única manera de ser es, amarnos a nosotros mismos para así luego poder amar tanto o más a los demás.

Este el principio del cambio que nos impulsará a una nueva era de justicia y libertad soñadas que no tendrá límites y donde por fin conoceremos la felicidad de estar vivos. JP.

Foto de shahin khalaji en Pexels

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