Lloro por dentro

                                         Lloro por dentro

Pasan los días y desde mi puerta solo veo pasar personas calle abajo, los rodean policías y están enmascarados, los que llevan fusiles les apuntan con cuidado y no permiten salirse de la fila, los que quedan atrás son empujados con las culatas de las armas; pero esas personas no son delincuentes.                                                   Cont…

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Son hombres niños y mujeres que nacieron del otro lado de la valla. Nadie pertenece a un lugar específico; por tanto no debería de haber vallas ni fronteras ni banderas ni éxodos ni exilio. 

Deberíamos poder caminar libremente por donde nos plazca sin tener que presentar papeles ni permisos, somos amonestados por ser nacidos en otros suelos.

¿Quien puede decir que es nativo?¿Donde está el registro de nacimiento que nos dice tu eres de aquí porque fuiste el primero y sin mezclas?

Todos somos extranjeros; lo somos de esta tierra y lo somos de este mundo, porque nadie te privó de nacer donde lo has hecho; simplemente llegaste y alguien marcó tu frente con un sello que dice que perteneces al color de su bandera.

El que nos creó no puso mancha ninguna, ni nos aisló del resto de la tierra, sencillamente nos creo para recorrer libremente los caminos que creamos y los que aún no lo están, pero no para pertenecer, ni para acumular cosas. Nos hizo para que al llegar unos brazos nos cuiden, unos labios nos besen y unas manos nos alimenten.

Luego libres y serenos recorrer este hermoso mundo.

¿Por qué? Nos abruman, nos exigen pases o permisos, ¿Para qué nos encierran sin motivos reales o justos?

Los títeres adiestrados con sus brillantes uniformes, convencidos de hacer su”buena obra” como nadie; vendados los corazones y protegidos sus cuerpos y sus estómagos plenos. Miran sin verles, golpean sin piedad ni remordimientos; asesinando, violando los derechos naturales y obligando a subsistir sin participar de los festejos de cuatro o cinco patanes que se revuelcan como cerdos sobre sus pingües tesoros.

Lloro por dentro, mi alma se retuerce de dolor por no poder parar ésto, ni salvar los cantos de los hombres, ni alimentar a sus niños ni consolar a las madres.

Las paredes que arden en llamas y las bombas cayendo sobre los tejados, los impulsos de huir pero… ¿Hacia donde?

Quiero cumplir mi misión y ayudar a despertarlos, a los que lloran en vano y los que llevan objetivos de medallas. Todos somos uno solo,  nadie a nacido jefe ni rey  y ninguno ha nacido esclavo de nadie. He encendido una llama pequeña en mi ventana que pretende alumbrar lo que pueda para allanar el camino evitando que las personas tropiecen al pasar por mi ventana. 

Alumbrar no es un destino, es una elección pero de obligación que brota desde dentro del alma. Pero mi alma llora por dentro porque se siente sola y quebrada; las agujas se apresuran a terminar mi día para luego del ocaso la noche eterna cubra mi espalda; siento que solo soy una luz en mi ventana. Por éso hoy… Lloro por dentro. JP.