Era una niña guapa y engreída, vestía hermosos vestidos y solo su imagen y sus rubios cabellos en realidad le preocupaba , una mañana despertó escuchando gritos que venían de la planta baja , salió corriendo de su habitación y bajo a ver que pasaba, sus padres discutían airadamente; eso la asustó mucho y se acurrucó en la escalera y no dijo nada, solo lágrimas cayendo por su dulce rostro. Cerró sus ojos muy fuerte, con las manos tapó sus oídos. Cantó una dulce canción que su madre por las noches susurraba; para hacerla dormir y soñar ciudades doradas. De pronto sonó un ruido fuerte que pudo con su fuerte aislada, se puso de pie muy rígida y ya no escucho más nada. Otro ruido como un trueno en su cabeza sonaba, ésta vez tapó su boca, su corazón resonaba como el galope de un potro en huida espantada. Ya nunca más oirá la canción en las noches que su madre le cantaba, tampoco como casi siempre, vendrá su padre a verla en su blanca cama, no tendrá las buenas noches , ni nadie que la arropara. Universo de colores de pronto no quedó nada. Solo una casa vacía donde ahora nadie llama. se apagaron todas las luces de una familia amada.
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